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jueves, 30 de diciembre de 2010

#26

Una mirada fugaz. Una media sonrisa. Una caricia ligera. El último sorbo del café de la mañana. El instante en el que abres los ojos después de un sueño profundo. El último bombón. Las primeras gotas que caen sobre ti cuando te duchas y el agua no acaba de estar caliente. Cogerse de la mano. El "sí, quiero". Una carcajada espontánea. La típica despedida con un beso apasionado. Un chaparrón sin paraguas. Un baño en pleno invierno. Una noche de verano. Agua fresca después de un entreno. El primer baile en una fiesta. Y el último. Igual que el primer beso y el último perdón. Son fracciones de un segundo que, poco a poco, te van haciendo feliz.

lunes, 27 de diciembre de 2010

#25

Era un gélido día de diciembre, aparentemente normal a los otros. Amber paseaba por las blancas calles de Nueva York, absorta en sus pensamientos mientras la gente a su alrededor caminaba apresurada, intentando llegar los primeros a esa eterna carrera que es la vida.
Nevaba. El color blanco cubría las ropas, la cara y el pelo de todo el mundo.
Todos iban envueltos hasta los ojos con abrigos, bufandas, gorros, guantes... pero ella no. Amber iba vestida con unos shorts, unas chanclas y una fina camisa de manga corta. Al contrario que todos los demás, ella no estaba cargada de bolsas, solo llevaba una pequeña mochila en su espalda.
Esa era su vida: Vivía ajena a todo lo demás, era diferente a los otros, y se sentía orgullosa de ello.

Entre el cúmulo de gente le pareció divisar algo; a alguien.
Era un chico rubio, alto y corpulento. Tenía unos ojos grisáceos, a juego con el paisaje que los envolvía.
¿Que por qué se fijó en él? Porque él, al igual que ella, era diferente a los otros. Vestía con una camiseta verde y unas bermudas rojas. En la cabeza llevaba unas gafas de sol.
Sin darse cuenta, ambos se estaban mirando mutuamente.

Era un día normal para todos los demás, para todos los normales; para todos menos ellos.

Ése sería el primero de los mejores días de sus vidas.

#24

-Grítale al mundo que me quieres.

-Te quiero.

-¿Por qué me lo dices al oído?

-Porque tú eres mi mundo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

#23

Él es egocéntrico, odioso, estúpido, borde, creído, no le importa reírse de la gente y de sus defectos, siempre quiere ser el centro de atención.
Es por eso que no entiendo por qué me hace sentir lo que siento cuando estoy a su lado; por qué me hace sonreír cuando sin darme cuenta estoy pensando en él; por qué me emociono cuando recibo un mensaje suyo a las tantas de la madrugada, cuando me llama; por qué no pude evitar sonreír cuando su amigo me dijo: "está coladito por tí"; por qué sueño con él cada noche, y luego no quiero despertarme; por qué, cuando lo veo, aunque sea de lejos, mi corazón empieza a latir más y más rápido. No entiendo por qué cuando me coge la mano, o me toca, se me pone la piel de gallina; por qué si tengo frío, y él está a mi lado entro en calor; por qué cuando él ríe yo río, cuando él llora, yo lloro, y cuando está mal, me hace sentir mal; por qué tengo contados los cuarenta, sí, cuarenta sms que me ha mandado y no puedo parar de leerlos una y otra vez; por qué lo quiero tanto si al fin y al cabo solo es otro estúpido niñato.

#22

Cuando sentimos que incluso La Luna nos pertenece, creemos tener el control sobre el mundo.
Nos damos cuenta de que solo han sido ilusiones, hemos estado soñando, y cuando nos despertamos, nos golpeamos con la cruda realidad.

viernes, 17 de diciembre de 2010

#21

Yo: tú, Borja Montesino Pérez, te quieres casar conmigo, Sara Salcedo López, y vivir junto a mí por los siglos de los siglos, en las buenas, en las malas, y en las noches de sexo hasta que la muerte nos separe?:$

Borja: si quiero.
Borja: tú, Sara Salcedo López, te quieres casar conmigo, Borja Motesino Pérez y vivir junto a mí por los siglos de los siglos, en las buenas, en las malas, y en las noches de sexo hasta que la muerte nos separe?:$

Yo: si quiero.


#20

- ¿Me das la mano?
+ ¿A dónde vamos?
- A ser felices, ¿te vienes?


#19







No me importa ser bajita.
No me importa estar gorda.
No me importa tener manos pequeñas.
No me importa ser fea.
No me importa tener voz de pito.
No me importa ser niñata.
No me importa que PIENSEN que no tengo personalidad.
No me importa estar loca.
No me importa ser ingenua.
No me importa tener un carácter que me haga ser borde.
No me importa que mi amor platónico tenga 48 años.
No me importa cantar mal.
No me importa no ser todo lo buena que me gustaría en clase.
No me importa sonreír cuando estoy triste.
No me importa ser friki.
No me importa ser parada.
No me importa no ir a la moda.
No me importa que me depriman los días lluviosos.
No me importa..
.. porque después de todo me gusta ser así.

#18



"Entonces Garfio le mordió. No fue el dolor, sino lo injusto del asunto, lo que dejó a Peter confuso. Estaba indefenso. Sólo podía mirar fijamente, horrorizado. Todos los niños reaccionan así la primera vez que se les trata injustamente. Lo único que piensan es que tienen derecho a ser tratados justamente cuando se acercan a alguien de buena fe. Después de que uno haya sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero nunca volverán a ser los mismos. Nadie supera la primera injusticia: Nadie salvo Peter. Se topaba a menudo con ella, pero siempre se le olvidaba. Supongo que esa era la auténtica diferencia entre todos los demás y él."

#17




Hay veces en las que todo se vuelve oscuro para tí. Tu vida se convierte en un agujero negro que absorbe completamente tu felicidad. Intentas tirar para adelante, pero te das cuenta de que no es tan fácil. Sientes que el mundo se te cae encima y estás solo. Te preguntas quién eres en realidad y qué estás haciendo con tu vida.
Te apartas de todos los que te rodean.
Te miras en el espejo y lo único que puedes ver en el reflejo es a un desconocido.
Vas cayendo poco a poco en la rutina. Estás harto de tanta monotonía y quieres cambiar, correr, huir.
Sientes empatía hacia todo.
Tu vida se va convirtiendo en un asco.
Pero para todos sigues siendo el mismo de siempre. Creen que no tienes problemas porque siempre estás sonriendo y actúas como si nada te importase.
Siempre te preguntan "¿Qué tal?" y tú te dedicas a responder un "Muy bien" con una sonrisa en la cara.
Lo que nadie sabe es que esa sonrisa es falsa. Que te has vuelto un mentiroso. Pero, ¿qué necesidad hay de decir que te encuentras mal? Eso solo conllevaría a que los demás se vieran obligados a preocuparse y a preguntar por qué, haciendo ver que les importas aunque en realidad solo seas otro chico más para ellos.
Cada mañana luchas por levantarte con pnsamientos positivos. Te intentas autoconvencer diciendo "hoy será un mejor día".
Pero no lo es.
Es como otro cualquiera. Ves a las mismas personas, haces las mismas cosas y te sientes igual.
Los demás no tienen la culpa de que te sientas solo. Después de todo eres tú el que no te dejas ayudar, el que no deja que sus verdaderos sentimientos y preocupaciones salgan a la luz.
Tu habitación, las únicas cuatro paredes en las que te sientes seguro y puedes llorar, desahogarte. Pero lo mejor de todo es que nadie puede verte.
Puede llegar a ser muy gracioso el estar hablando con alguien a través de un ordenador y parecer contento. Es muy fácil poner un "jajaja" mientras las lágrimas no dejan de resbalar por tus mejillas.
Y piensas lo ingenua que es la otra persona. Después de todo, ella es feliz al otro lado de la pantalla pensando que tú también lo eres.
Te planteas si estás siendo o no hipócrita.
No, definitivamente no. Es tu vida privada y los demás no tienen por qué saber tus problemas.
Te sientes agobiado por todo e impotente a la vez.
Te desvaloras y te deprimes.
Según tu libro de Ética, tu diagnóstico es baja autoestima.
Já! ¿Qué va a saber un estúpido libro lo que tienes si no sabe nada sobre tí e ignora tus preocupaciones?
Tu situación en casa no es muy distanta a la del instituto. Oyes gritos a cada momento.
Reproches por un lado, presiones por el otro.
Esperan de tí algo más de lo que tú jamás podrás llegar a hacer.
A pesar de todo, luchas cada día por ser quien los demás quieres que seas y hacer lo que los demás quieren que hagas.
¿A quién pretendes engañar? Eso no es vida, pero tal vez el problema es que nadie se ha molestado nunca en mostrarte qué es vivir de verdad.

sábado, 11 de diciembre de 2010

#16


Si luchas puedes perder,
si no luchas estás perdido.

#15

Que nada ni nadie te impida ser quien eres, porque tú vales así. Tendrás defectos, pero ¿sabes qué? Que NADIE es perfecto y tú no deberías intentar serlo.
No merece la pena perder el tiempo en intentar ser como los demás quieren que seas.
Ríete de todo.
Olvida los malos momentos, llénate de FELICIDAD.
Cariño, no dejes que el tiempo pase y ya sea demasiado tarde para vivir como siempre te hubiera gustado hacerlo.

#14


... y se rompen todos mis esquemas. Todo en lo que creía. Pero sin embargo soy feliz. Sí, quizás solo era miedo, no lo sé, solo sé que me gusta y que voy a disfrutar. Me dejaré llevar, cerraré los ojos y todo pasará.
Defraudaré a ciertas personas, haré daño a otras cuantas pero no me importará. Puede que este sea mi momento y no lo voy a dejar pasar.
Me tiraré a la piscina aún sin conocerla, sin saber lo profunda que es, y si me sale mal, no me importará, porque lo habré intentado.

#13

¿Qué pretendo? No soy una superherohína.

#12


Quiero volar, ser libre, disfrutar.
Notar el viento golpeando mi pelo, la brisa fresca rozando mi cara.
Extender mis alas y olvidarlo todo, desconectar, ¿huir?
No, huir no.
Huir es de cobardes y es justo lo contrario lo que pretendo.
Quiero ser esa chica a la que siempre recordarán por ser valiente.
Por ser la única que se atrevió a explorar las nubes, por ser esa chica a la que no le importó lo que dejaba atrás y arriesgó todo a pesar de que pudierla perderlo.
Esa chica que solo temía a los minutos sin sonrisas, esa que fue capaz de llegar a donde nunca antes alguien había llegado.
Qué ilusa, ¿no?

#11


Hoy miro atrás y me río. Me río de lo estúpida que he sido y de los errores que he cometido.

#10



La vida es como una montaña rusa, tiene momentos buenos y malos. Sin embargo, ¿en las atracciones nos deprimimos cuando bajamos?
No, tenemos esa sensación en el estómago que nos hace reír y ¡Gritar!
¿Por qué no hacemos lo mismo en la vida real? ¿Por qué no reímos en los momentos malos?
¿Por qué nadie o casi nadie sabe ver el lado positivo de las cosas?
Las cosas malas son pasajeras, pero las buenas siempre quedarán en el recuerdo<3!