Una vez me dijiste: "no me olvides, no me dejes nunca, siempre estaré contigo".
¡Qué poco duro ese siempre!
Te desvaneciste como la pólvora sin un adiós siquiera dejando atrás miles de promesas sin cumplir.
Crees que eres tú el que ha ganado en este juego, pero te confieso algo: no es cierto.
Después de todo soy yo la que ha triunfado.
Lo siento si creías que eras lo más valioso que jamás había tenido. No te hagas falsas ilusiones, cariño, no eres el centro del mundo.
Me has hecho un favor porque, ¿sabes qué? gracias a ti soy más fuerte.
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