Perdí, solo éramos dos idiotas jugando a no enamorarse; abandono la partida, game over.
¿Dónde quedaron los te quiero? Echo de menos aquellas tardes de caricias, susurros y besos en la oreja; el tacto de nuestros dedos entrelazados, las cosquillas en el estómago y nuestros iris eclipsados por el tamaño de nuestras pupilas.
Mis pulmones respiran un aire más puro si tú estás a mi lado, pero ahora te has ido, y yo me quedo vacía, porque te has llevado la mitad de mi alma. Me asfixio en este mundo sin ti, y es que mi cuerpo te necesita más que al oxígeno.
Tengo ganas de ti, de ti, de ti, y de nadie más que de ti. Huelo tu olor en cada esquina y creo tenerte cerca. Si sigo así acabaré por volverme loca si no lo estoy ya.
Debo aprender a vivir con este dolor que me consume poco a poco. Vuelve, solo tú serás capaz de encender de nuevo la llama de mi vida.
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