48. We are not one.
No sé por qué me empeño en cambiar las cosas. Siempre ha sido así, ¿no? Nos iba bien: yo te quería y tú pasabas de mí, pero por alguna razón nunca me planteé que las cosas podrían ser distintas entre nosotros y no sufría. Ahora que pienso que quizás todo puede dar un giro y ser perfecto es cuando más daño me hago.
Soy una paranóica, nuestra relación no tiene por qué ser diferente. Tranquilo, todo volverá a ser como antes (espero).
Mientras tanto, intentaré olvidarme de ti o, por lo menos, intentaré acostumbrarme a que no duela tanto.
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